Kobido: Un lifting natural

El kobido, también llamado masaje facial japonés, fue, por siglos, el secreto de belleza de la alta sociedad y de la realeza de ese pais.

Se conocía como un ritual que sorprendía por su delicadeza y su efecto rejuvenecedor y reafirmante.

Aunque esta técnica ancestral usa conceptos de la medicina tradicional japonesa y técnicas de masaje, éstos se han desarrollado y modificado en los últimos 500 años y, en la actualidad, se ha popularizado en el mundo de la estética occidental como método para lograr un rostro de porcelana”

Beneficios para la salud y la belleza

Este masaje logra efectos que otros no alcanzan a tal punto que se le de denomina “lifting facial, sin cirugía”.

Con el uso de las manos y la mezcla de varios movimientos superficiales y de precisión, y técnicas de masaje profundo realizados en la cara y cuello, se consigue prevenir y reducir la aparición de arrugas y aumentar la regeneración celular. Además, brinda luminosidad, tersura y nutrición a la piel.

En cuanto al campo de la salud, resulta excelente gracias a técnicas de flujo de presión en puntos de acupuntura lo que facilita.el flujo sanguínea y linfático, reafirma los tejidos en uello, frente, mejillas, mentón y ojos ejercen una acción antiradicales libres, ya que estiula el colágeno y la elatina entre otros.

Fases del proceso
Fase1. Limpieza y drenaje. El masajista realiza un sesión de masajes suaves para preparar la zona del rostro en la que se enfocará el kobido; luego, se ejecuta un drenaje presionando la piel y arrastrándola a puntos específicos para eliminar toxinas.

Fase 2. Estiramiento e iluminación. En este punto se aplican productos naturales, para facilitar los movimientos de fricción y deslizamiento que contribuyen a elevar la piel y recuperar su luminosidad. Un procedimiento ideal para disimular arrugas y bolsas bajo los ojos.

Fase 3. Lifting japonés. El masaje se realiza a toda velocidad, pero con mucho cuidado. En esta etapa hay que tener precaución; en caso de que los masajes ofrezcan un dolor similar a los golpes, debe detenerse de inmediato el proceso. Estos movimientos permiten oxigenar y suavizar los surcos del rostro.

Fase 4. Relajación antiestrés. Fase final de retorno a los masajes suaves, presionando los puntos de acupuntura para combatir el estrés. El Kobido puede aliviar tensiones musculares y dolencias, una terapia que mejora la imagen y beneficia la salud al mismo tiempo.

Recomendaciones
Recuerda siempre tener en cuenta la trayectoria del especialista a quien confiarás este tratamiento, procura ubicar un centro estético cuya experiencia esté garantizada.

Lo más conveniente es probar con cinco sesiones, cuyo intervalo de tiempo entre una y otra es de una semana a diez días. Al culminar esta primera fase, se recomienda mantener consultas quincenales o mensuales.

Además de ser una opción para rejuvenecer la piel sin tener que recurrir al bisturí, son múltiples sus beneficios alternos, tales como la elevación y firmeza del rostro, obtención de un mejor semblante, reducción de estrés, alivio de migrañas, mejora en la circulación, disminución de problemas digestivos y estímulo de la vista. Sus efectos también inciden de manera directa en la subida del ánimo.