Masajes faciales caseros
Nuestro rostro, al igual que el resto del cuerpo, requiere de atención para que se conserve saludable. Uno de esos cuidados involucra la aplicación de masajes faciales
Los beneficios de los masajes faciales son múltiples, ya que regularizan la circulación de la sangre, tonifican los músculos, previenen la flacidez, liberan la tensión de la zona de la cara y proporcionan relajación.
Además, los masajes faciales es la mejor forma de dar una mayor vitalidad y equilibrio al rostro, al tiempo que colabora en la eliminación o, como mínimo, la atenuación de las arrugas.
Sin embargo, la clave de su éxito se basa en la frecuencia con que se aplica. Lo más recomendable sería practicarlo a diario para asegurar de este modo su efectividad.
Forma de aplicación del masaje facial
Limpiar bien el cutis para que los poros estén libres de impurezas.
Seleccionar una crema (puede ser de aguacate o de germen de trigo)
Aplicar la crema sobre el rostro.
Comenzar el masaje por la zona del cuello: Para ello, debe cerrar las manos y usar los nudillos. Efectuar movimientos ascendentes para levantar la papada.
Proseguir con masajes circulares desde el área de la barbilla hacia los oídos.
Continuar por el área frontal: Para ello, debe ejercer presión con los dedos y rotar. Realizar movimientos lineales en sentido ascendente.
Frotar con suavidad el hueso que se encuentra alrededor de los ojos
Colocar las manos en la parte alta de la cabeza. Una de las palmas debe realizar movimientos en dirección de las agujas del reloj; la otra, rotaciones en sentido contrario.
Por último, trabajar el área de las cejas con suaves pellizcos comenzando desde la nariz hasta la sien.
Normas generales del buen masaje facial:
Realizar el masaje facial con música clásica o suave con fin de lograr relajación.
No apretar demasiado, sólo es necesario hacer una ligera presión que movilice la zona y permita una mejor circulación de la sangre.
Emplear sólo las yemas de los dedos (una o dos de acuerdo con la extensión de la zona) y los nudillos en la zona del cuello.
Al ir por áreas, en algunos casos la yema de un dedo sujeta el inicio de la zona a tratar y la otra practica el masaje.
Aplicar siempre crema antes de iniciar la sesión de masaje facial, ya que además que facilita este proceso, también nutrirá las zonas masajeadas. Al finalizar el masaje, se debe eliminar la crema sobrante con un algodón.
Insistir mucho en maniobras de estiramiento de la piel en zonas con arrugas. Para ello, se debe masajear en el sentido en el que desaparece la arruga, generalmente tirando con las yemas de los dedos hacia arriba y abajo;
Evitar el exceso de cosméticos en la piel de la cara y cuello, ya que con ello la respiración de esta zona se ve reducida y la piel se resiente. En este sentido, un buen masaje debe acompañarse de una buena limpieza de la cara.
Practicar el masaje facial por aproximadamente veinte a treinta minutos.
Beneficios de los masajes faciales
Mejoran la circulación.
Incrementan el flujo del oxígeno en la dermis.
Estimulan la síntesis de colágeno y elastina
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